lunes, 24 de noviembre de 2008

Crónica de una Copa Davis inesperada

Nadie daba un duro por España en la final de la Copa Davis cuando un pletórico David Nalbandian arrasaba a David Ferrer mientras las gradas enloquecían al ritmo de ¡Maradó, Maradó! con cada punto del de Unquillo. Después de que Juan Martín del Potro le ganase con facilidad el primer set a Feliciano López, la victoria de España en la Davis se llegó a pagar 20 a 1.


Pero en ese momento Feliciano López empezó a escribir una de las gestas más grandes del deporte español. "Tiene los medios, tiene el talento, pero no tiene las estadísticas. Podría ser muchísimo mejor de lo que es, pero es un vago", dijo en una ocasión de él Martina Navratilova. En el segundo set Feli se aisló de la presión ambiental y empezó a jugar como puede hacerlo. Tras dos tie breaks ganados por el toledano la cosa ya no estaba tan clara y menos aún cuando en el cuarto set Juan Martín se acercaba a decirle al oído a Alberto Mancini, el capitán argentino, que avisara al médico porque había sentido un pinchazo en el abductor de su pierna derecha. El punto era de España. Empate a 1 y Del Potro out. Había final.

El dobles se presentaba igualado con David Nalbandian y Agustín Calleri por un lado y Feliciano López y Fernando Verdasco por el otro. Con un set iguales, la clave del partido y de la final estuvo en el tercero. España dominaba por 5 juegos a 1 y Verdasco sacaba para el set. Pero en un visto y no visto Argentina igualó el marcador y se llegó al tie break. Los españoles parecieron no haber encajado la remontada y los argentinos enseguida encaminaron el desempate llegando al descanso con 5 a 1 a su favor. Tras el cambio de pista, una aficionada española decidió devolver la moneda al enfervorecido público argentino y gritó noooo justo antes del segundo saque de Nalbandian. Doble falta y nuevo punto de inflexión en el set porque a partir de ahí la pareja española sumó seis puntos consecutivos para poner a España por primera vez por delante en la final. El cuarto set sería de nuevo para López y Verdasco y la ensaladera estaba ahora más cerca de España que de Argentina.

Se llegaba al día decisivo con ventaja de 2 a 1 para España. La gloria o Devoto, como dicen en Argentina usando la frase que acuñó en su día Carlos Bilardo. Hace un mes nadie hubiese creído que José Acasuso y Fernando Verdasco se iban a jugar el punto definitivo de la Copa Davis. Pero Alberto Mancini se había visto obligado a mover pieza por la lesión de Del Potro y a una hora del comienzo, su homólogo Emilio Sánchez Vicario anunciaba la sustitución de David Ferrer por Verdasco. El alicantino, que por estas fechas del año pasado estaba jugando la final del Masters, no ha tenido una buena temporada y el viernes había visto como Nalbandian le pasaba por encima. Mientras tanto el madrileño supo sobreponerse a los gritos de la hinchada argentina que creyó encontrar en él el punto débil del equipo español y no dejaron de gritarle "Tiene miedo, Verdasco tiene miedo" el día anterior. El partido no pasará a la historia por su calidad pero respondió a lo esperado en cuanto a emoción. Con 2 sets a 1 para el Chucho, Verdasco encontró la fortaleza mental que le ha faltado en otras ocasiones y se dedicó a machacar el revés de un rival que nada pudo hacer a partir de entonces y que acabó pidiendo perdón a su afición con lágrimas en los ojos.

La tercera Copa Davis ya era de España. Argentina tendrá que seguir buscando la suya. La apuesta de Sánchez Vicario de confiar en Feliciano López y Fernando Verdasco había funcionado a la perfección. Los españoles daban la vuelta al ruedo y eran aplaudidos deportivamente por los presentes en el Polideportivo Islas Malvinas de Mar de Plata. Feliciano y compañía respondían el gesto coreando un sentido ¡Argentina, Argentina! y Verdasco regalaba la camiseta de la Davis al público. Mientras miles de papelitos celestes y blancos volaban sobre la pista como símbolo de que no era la celebración esperada. "Vaya año para Verdasco: Ivanovic y la Davis", sentenciaba Paquito González en la Cadena SER. Y vaya año también para el tenis español: Roland Garros, Wimbledon, el oro olímpico y ahora la Copa Davis.


Fotos | elmundo.es

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