Minuto 96. El Cádiz buscaba un gol en el Rico Pérez que les evitara el descenso al pozo de la Segunda B. Mientras en Anoeta los jugadores del Córdoba, tras empatar su partido, esperaban pegados a las radios el pitido final en Alicante para mantenerse en la categoría. De repente un milagro en forma de penalti absurdo le devolvía la ilusión al equipo gaditano. La mala suerte en los minutos de descuento parecía que iba a perseguir al conjunto blanquiverde hasta el final. El portuense Abraham Paz, que acababa de estrellar un balón en el larguero, cogía el balón y asumía la responsabilidad de salvar a su equipo. El destino de dos equipos se jugaba a cara o cruz desde los once metros.
Lo que pasó a continuación ya es historia del Cádiz y también del Córdoba:
Hace 11 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario