Ayer Sevilla daba el último adiós a Antonio Puerta. Joaquín Caparrós, el entrenador con el que debutó en Primera División, le recuerda hoy en las páginas de El Mundo.
Una bestia negra y ciega se ha llevado a Antonio. A él le partió el corazón y a mí me ha partido el alma. A esa bestia negra y ciega que nos ha dejado llorando a todos le quiero decir entre lágrimas muchas cosas. Le quiero decir que, una vez más, se ha equivocado, y que lo ha hecho de forma gravísima. Y golpeo mi cabeza contra la pared por la irreversible injusticia que ha cometido.
Le quiero decir que se ha llevado a un chico lleno de vida, a una persona valiosísima y a un deportista de enorme estatura. Le quiero decir a esta bestia negra y ciega que si quería hacer daño lo ha conseguido. Su tajo ha sido de dimensiones gigantescas porque ni ella misma sabe a la cantidad de gente que ha dejado herida.
Se ha llevado a Antonio y con él se marcha una de las sonrisas más sinceras de Sevilla, de Andalucía y de España. No había otro como él en el vestuario del equipo. Si necesitábamos ánimo, Antonio se sacaba un chiste de la manga. Si alguno de nosotros parecía venirse abajo, ahí llegaba él y nos soltaba una de las suyas. No había otro igual y el hueco que deja es irreparable.
Le digo a esa bestia negra y ciega que nuestra venganza será terrible porque a ese hijo de Antonio que está a punto de nacer le vamos a contar tantas cosas bonitas de su padre que parecerá que sigue vivo en cada rincón de Sevilla, de Andalucía y de España.
Y no podrá con todos. Hoy me siento el hombre más triste del mundo. Yo le di la luz en el primer equipo y con su marcha me he quedado totalmente a oscuras. No habrá un día de mi vida en que no mire al cielo para saludarle.
Fuente: elmundo.es
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