El Arsenal de Sarandí ganó la Copa Sudamericana ante el América de México y Martín Andrizzi fue el héroe del campeón con un gol que tiñó de celeste y rojo todo el continente.
"Me la llevé como pude y definí cruzado. Por suerte entró. Tengo una sensación inexplicable. Sabía que lo iba a anotar. Se lo dije a mis compañeros y colaboradores del equipo antes del partido", dijo ayer Martín Andrizzi que marcó el gol del Arsenal ante el América (que dominaba por 0 a 2 en terreno argentino y saboreaba ya la Copa Sudamericana). Con este tanto los de Sarandí, que se habían impuesto por 2 a 3 en el Estadio Azteca, conquistaban su primer título internacional.
Andrizzi acababa de entrar en el campo. El veterano volante zurdo, todo un trotamundos del fútbol argentino, era la última carta de un club que veía como se le escapaba el tren de la gloria. Ante un América encerrado, Martín la ganó en el borde del área, penetró entre una nube de defensores que le cerraban el paso, se cayó, perdió la pelota, la recuperó desde el suelo y salió trastabillado pero consiguió llegar al área chica donde definió al palo cruzado. Martín Andrizzi había marcado el gol más importante de su vida y también el de la historia de este modesto equipo de barrio fundado hace ahora 50 años por los hermanos Héctor y Julio Grondona, el perpetuo presidente de la AFA.
Hace 11 años
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