Todo está listo para que la próxima madrugada (01.00 horas en España, Eurosport y Canal+ Eventos) se abran las puertas de Melbourne Park para la disputa del primer Grand Slam de la temporada. Australia alza el telón. Y el guión, el mismo de siempre: todos contra Roger Federer, el hombre que lleva 207 semanas consecutivas en el número uno mundial (récord, obviamente) y que luce el cartel de favorito como ninguno. Cierto es que va a poner en juego esa posición de privilegio... Pero también que en las grandes citas, cuando el suizo puede dar un paso adelante más en su pugna por la historia y por todos los récords, es cuando exhibe lo mejor de sí mismo.
Y este 2008 está plagado de retos para Roger Federer: igualar e incluso superar el registo de catorce Grand Slams de Pete Sampras; Roland Garros y los cuatro 'grandes' en un mismo año y ¿por qué no? El 'Golden Grand Slam', con el oro olímpico bajo el brazo, un hito que sólo ha logrado la alemana Steffi Graf. Y todo ello pasa por una victoria, la cuarta de su carrera y tercera consecutiva, en el Open de Australia.
Son ya diez las finales consecutivas de Grand Slam que Roger ha disputado. Desde Wimbledon’05 no se pierde una. Serán los mismos 'sospechosos habituales' quienes intenten que por fin lo haga: Rafa Nadal, Novak Djokovic, David Nalbandian, Andy Roddick, Andy Murray o Fernando González se perfilan, a priori, como sus principales rivales... que ahora están más esperanzados porque Federer no ha podido prepararse para la cita como quería.
A diferencia de los años anteriores, el suizo no ha jugado un solo partido. La culpa la tuvo un virus estomacal, a una semana del inicio del torneo. Le recomendaron reposo y desde el miércoles ha estado ejercitándose junto al capitán de Copa Davis de su país, Severin Luthi a horas en las que el sol y el calor del verano austral son menos severos.
Enseguida sale al paso Rafa Nadal: "a él le basta con jugar un par de rondas. Normalmente no tiene problemas en esos compases iniciales de los torneos y entonces ya tiene el ritmo que necesita. No me preocupo por él".
También las condiciones físicas del manacorí son tema de debate. La derrota ante Youzhny en Chennai sigue fresca. Pero Rafa le quita hierro al asunto con rapidez. "Estaba muy cansado porque la semifinal fue terrible, un partido de cuatro horas (ante Carlos Moyà). Además, me fui a dormir tarde y tuve menos de 24 horas para recuperarme. Mikhail jugó un buen tenis y me ganó fácilmente", explicó. Nadal tendrá el honor de ‘abrir’ la primera jornada nocturna (mañana del lunes en España) del Open de Australia 2008. Federer pidió empezar el martes y su deseo fue concedido por la organización sin ningún problema.
Como tampoco tiene problemas el balear en admitir que, aunque el número uno sea matemáticamente posible, la empresa es harto difícil. "¿Arrebatarle el número uno? Creo que aún no estoy ante una posibilidad real", opina.
Y es que las matemáticas son claras: Rafa debe ganar y que Roger pierda en semifinales (y no pierde en esa ronda de Grand Slam desde Roland Garros’05) o, siendo finalista, Federer no puede ir más allá de la tercera ronda (algo que no sucede desde Roland Garros’03, cuando perdió en su debut ante el peruano Luis Horna). Nadal prefiere ser realista y seguir con su filosofía de siempre: el objetivo no es otro que "jugar bien".
Y razones no le faltan porque ha sido en Melbourne donde se le ha visto con menos opciones. Primero, pagó su juventud e inexperiencia (2004 y 2005, con sendas derrotas ante Hewitt); después, no jugó por lesión (2006) y el año pasado fue, según sus palabras, "el peor. Jugué mal". Llegó a cuartos con un juego poco convincente –a excepción de su titánica batalla con Murray– y un físico mermado –problemas de abductores–.
Este año asegura que llega "entrenando muy bien. También jugué partidos duros en Chennai y te dan confianza. Estoy preparado. Va a ser interesante". También la nueva superficie, la 'plexicushion', centrará la atención. Hay opiniones para todos los gustos pero Rafa asegura que no observa muchas diferencias con la anterior. Como dice él, ya se verá...
Hace 11 años
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